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(Multimedia) Entrevista: México debe romper dependencia de EEUU para mantener soberanía nacional y en política exterior, afirma experto

Vista aérea tomada con un dron el 16 de febrero de 2025 de un puente internacional entre México (frente) y Estados Unidos, en Piedras Negras, Coahuila, México. (Xinhua/Li Mengxin)

Por José Gabriel Martínez

MÉXICO, 10 oct (Xinhua) — El futuro de México pasa necesariamente por «romper con la dependencia hacia Estados Unidos», un vínculo que ha limitado la soberanía nacional y condicionado la política exterior en detrimento de los propios intereses mexicanos, consideró hoy viernes el internacionalista y politólogo, Jaime Tamayo.

«Para el futuro de México y para conservar un nivel de soberanía importante, se tendría que ir rompiendo con esa dependencia. Deben ser cada vez más inaceptables las imposiciones a las que esa dependencia conlleva», afirmó en entrevista con Xinhua el académico de la Universidad de Guadalajara, en el estado mexicano de Jalisco (oeste).

El especialista estimó que el principal desafío de México consiste en superar un modelo económico y comercial que ha favorecido la subordinación a su principal socio del norte.

Caer en concesiones de política doméstica o exterior para agradar a su principal socio en lo económico, consolida la dependencia de México y el país tiene que liberarse de esa enorme dependencia, según la consideración del académico.

«Tiene que voltear hacia el mundo, aunque al principio sea difícil o doloroso en términos económicos», subrayó.

Tamayo explicó que la dinámica actual, en la que más del 80 por ciento del comercio exterior de México se da con Estados Unidos, genera un «círculo vicioso», en el que cada concesión comercial o política refuerza la posición dominante de Washington.

«Estados Unidos está decidiendo con quién podemos asociarnos o no, incluso dentro del pequeño espacio de mercado que queda para México en su economía», indicó el entrevistado.

En su análisis, romper con esa inercia requiere una reorientación estructural que empieza por el fortalecimiento interno.

«Para mí es fundamental recuperar primero un nivel de autosuficiencia. Eso permitiría tener más libertad. En ese sentido, la autosuficiencia alimentaria es clave. Pero también es necesario diversificar la economía», comentó.

Tamayo recordó que México cuenta con una amplia red de tratados comerciales, aunque «la mayoría de ellos prácticamente no se aplican», lo que mantiene la economía nacional anclada al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) de libre comercio.

«Algunos tratados que en los años noventa sonaron muy importantes, como el de libre comercio con la Unión Europea, se consideraron en su momento una posible salida de la dependencia, pero hoy tienen muy poca relevancia. México necesita reactivar una política multilateral de comercio», aseveró.

El politólogo mexicano destacó también la relevancia de que México busque su inserción en mecanismos de cooperación emergentes, como los países que integran el grupo de BRICS, al sumar a miembros de América Latina, África y Medio Oriente.

El entrevistado consideró que la política exterior mexicana ha mostrado de manera tradicional un «manejo prudente y soberano» en distintos temas internacionales, aunque aún persiste una fuerte influencia de Washington en el ámbito comercial.

«Pienso que en muchos otros terrenos, el actual Gobierno se ha manejado con bastante cordura y ha logrado el respeto a la soberanía mexicana, pero no en el tema de la relación comercial con Estados Unidos. Ahí sí siento que se nos está imponiendo mucho la visión estadounidense y, en particular, la del presidente Trump», dijo.

El académico mexicano recordó que debido a la firma del otrora Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, México experimentó un proceso de desindustrialización que afectó de forma severa su capacidad productiva.

«Se acabó la industria textil, la de línea blanca y otras más. Nos convertimos, en buena medida, en un país maquilador», dijo Tamayo.

«Sí, exportamos mucho, pero en gran parte son productos de maquila, de mano de obra barata, con insumos que luego se reimportan ya procesados desde Estados Unidos», complementó el experto, al señalar que esa transformación también modificó el tejido económico nacional.

«Los que antes eran productores, por ejemplo, en la industria textil, se convirtieron prácticamente en importadores de productos norteamericanos. Este proceso puede verse en muchas áreas y el daño ha sido importante porque nos quitó independencia económica», consideró.

Tamayo insistió en que México debe avanzar hacia una política multilateral y soberana, capaz de aprovechar los nuevos equilibrios globales.

«México debe rechazar en la medida de lo posible este tipo de imposiciones y abrirse mucho más a un modelo multilateral de comercio, no solo en términos de geopolítica, donde es importante romper con el modelo unipolar, sino también en términos comerciales», concluyó.

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