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Extracción de petróleo en desembocadura del Amazonas requerirá nueva autorización ambiental, afirma presidente brasileño

Una mujer camina frente al logotipo de la 30ª Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en Belém, estado de Pará, Brasil, el 4 de noviembre de 2025. (Xinhua/Lucio Tavora)

RÍO DE JANEIRO, 5 nov (Xinhua) — El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy martes que la eventual extracción de petróleo y gas en la desembocadura del río Amazonas, en la Margen Ecuatorial, dependerá de una nueva autorización ambiental, y reiteró que la licencia actual concedida a la estatal Petrobras se limita exclusivamente a investigaciones sobre la viabilidad del proyecto.

«Si yo fuera un líder falso y mentiroso, habría esperado que pasara la COP30 para anunciar la licencia», dijo el mandatario en rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Belém, capital del estado amazónico de Pará, donde presidirá el jueves y viernes la Cumbre de Líderes previa a la 30ª Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebrará del 10 al 21 de noviembre.

Subrayó que la autorización concedida el mes pasado por el Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama) permite únicamente que Petrobras realice una operación de investigación exploratoria, prevista para durar cinco meses, con el fin de obtener información geológica y determinar si existen reservas económicamente viables de petróleo y gas.

«Tenemos autorización para hacer la prueba. Si encontramos el petróleo que se piensa que hay, tendremos que empezar todo de nuevo para obtener la licencia», explicó el presidente.

La Cuenca de la desembocadura del río Amazonas forma parte de la Margen Ecuatorial, una extensa franja marítima que se extiende desde el estado de Rio Grande do Norte hasta el de Amapá y que, por su potencial petrolífero, es considerada el «nuevo presal». Sin embargo, su cercanía con ecosistemas costeros de la Amazonia ha despertado preocupación entre ambientalistas y comunidades locales.

Los grupos ecologistas sostienen que la exploración petrolera en la región podría poner en riesgo la biodiversidad y contradice los esfuerzos globales por avanzar en la transición energética, proceso que busca sustituir los combustibles fósiles por fuentes renovables y menos emisoras de gases de efecto invernadero.

Lula da Silva, por su parte, ha defendido en diversas ocasiones que Brasil no puede prescindir del petróleo «de la noche a la mañana», y que los recursos generados por la industria petrolera serán utilizados para financiar el propio proceso de transición energética del país.

Las discusiones de la COP30, que se desarrollarán en Belém abordarán temas como el financiamiento climático, la adaptación a los impactos del cambio climático, la preservación de la biodiversidad y la cooperación internacional para acelerar la descarbonización de la economía global.

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