El nombre de Mario Ariel Juárez Rodríguez, director de la Junta de Caminos del Estado de México (JCEM), comienza a ocupar titulares por presunto nepotismo, corrupción, enriquecimiento ilícito y acoso a periodistas. Crecen las voces que exigen a la gobernadora Delfina Gómez intervenir y esclarecer el manejo de la dependencia.
Apenas un año después de haber sido nombrado por la administración estatal, Juárez Rodríguez enfrenta señalamientos por haber adjudicado hasta mil millones de pesos en contratos de bacheo y mantenimiento a empresas sin infraestructura visible, mediante esquemas de adjudicación directa o licitaciones restringidas. Varios de estos contratos fueron firmados con firmas que comparten representantes legales o domicilios fiscales, lo que sugiere simulación.
“Nos pedían un porcentaje para liberar el pago, aunque no hubiera supervisión de obra”, denunció un contratista bajo anonimato.
A ello se suman nombramientos irregulares, como el de María Teresa Ruiz Pérez, pareja sentimental del director, quien funge como Subdirectora de Administración, y su cuñado, Walter Ruiz Pérez, en la Dirección Jurídica. Ambos concentran poder sobre pagos, contratos y personal.
Juárez ha sido fotografiado a bordo de vehículos de lujo, como una Ford Lobo Raptor y una camioneta GMC, así como un Porsche deportivo, ninguno de los cuales aparece en su declaración patrimonial, bloqueada en la Plataforma Nacional de Transparencia.
El periodista Ignacio Villaseñor, quien reveló estos hechos, ha sido blanco de amenazas y campañas de difamación. “No me van a callar, los bots no tapan los baches”, respondió desde sus redes.
El escándalo escaló hasta la conferencia de prensa de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, quien expresó: “No vamos a permitir actos de corrupción, vengan de donde vengan”.
Durante la “Mañanera del Pueblo” del 9 de julio, el reportero Julio Omar Gómez denunció ante Sheinbaum que la JCEM opera como “empresa familiar” y que trabajadores han solicitado sin éxito una audiencia con la gobernadora. En una carta enviada a Delfina Gómez, los empleados detallan un entorno de hostigamiento, con aviadores y favoritismo para allegados al director.
Según Gómez, esta red de control se replicó desde que Juárez fue alcalde, y ahora abarca residencias regionales, contrataciones y distribución presupuestal, bajo un esquema clientelar.
“Presidenta, es importante preguntarse qué hechos justificarían adelantar la aplicación de la Ley de Nepotismo o implementar alguna medida urgente”, cuestionó el reportero.
Sheinbaum fue contundente: “No puede haber nepotismo en la contratación de personas con vínculos familiares. Eso es lo primero”. Añadió que las denuncias deben investigarse con responsabilidad y sustento legal.
Gómez aseguró contar con documentación probatoria y se comprometió a entregarla para coadyuvar en una posible investigación. Mientras tanto, desde la Junta de Caminos, un vocero se limitó a declarar que “todo se encuentra en orden administrativo y legal”.
