CASTELAR, Argentina, 31 oct (Xinhua) — La cooperación científica entre Argentina y China permite hacer frente a los distintos desafíos que generan los residuos orgánicos animales, a la vez que propicia una mejora en la vida de comunidades agrícolas. Ambos tópicos quedaron evidenciados este viernes durante un evento científico realizado en la sede que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) posee en la ciudad de Castelar, periferia oeste de Buenos Aires, bajo la consigna «De Residuos a Recursos: Innovaciones Internacionales en Agricultura Sostenible». La actividad contó con la participación de científicos de Argentina y de China, entre ellos la investigadora María Eugenia Beily, quien, en entrevista con Xinhua, valoró los avances de un convenio de 2021 para la creación de un centro sino-argentino de Desarrollo y Cooperación en Biogás, acuerdo establecido entre el INTA y el Instituto de Biogás del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales (BIOMA), afiliado a la Academia de Ciencias Agrícolas de China (CAAS). La iniciativa, contó la experta, apunta a buscar soluciones para reducir la contaminación agronómica y desarrollar soluciones con el aprovechamiento de las energías renovables obtenidas de este biocombustible. «La idea de este seminario fue invitar a diferentes disertantes, de diferentes partes del mundo, pero haciendo foco en nuestros compañeros de China, con los cuales tenemos un vínculo y un convenio (…) en donde tenemos intercambios técnicos y gracias a este convenio aprendemos mucho de ambas partes», explicó la investigadora. Beily, que guarda grandes recuerdos de su visita a Sichuan para capacitarse en el BIOMA, añadió que «la idea de hoy era compartir con productores argentinos, empresas y estudiantes de grado y posgrado, las experiencias que estamos generando a partir de este vínculo de cooperación científica» con China. Puntualizó que «en 2019 se generó un convenio marco y, a partir del 2021, comenzamos a hacer un convenio de cooperación de asistencia científica, en donde básicamente lo que hacemos son intercambios de capacitaciones, hacemos ensayos en conjunto, tanto a nivel laboratorio como más a nivel escala, en donde tratamos de ir resolviendo diferentes problemáticas ambientales que se dan a nivel mundial y que tanto en China como en Argentina se producen». La entrevistada, licenciada en Ciencias Ambientales y magíster en Gestión Ambiental, mencionó que «a pesar de nuestras diferencias en producción y en cultura, los problemas ambientales siguen siendo los mismos, que son el calentamiento global, la contaminación de las aguas, de los suelos y la dependencia que tenemos todos en cuanto a los insumos inorgánicos para la producción agronómica». Al respecto, indicó que «creemos que todo lo que es esta tecnología que nos une a ambos Institutos, que es la de Biogás, se pueden generar (…) productos orgánicos para también bajar no solo la dependencia de los productores hacia los productos inorgánicos, sino también generar producciones más sustentables y que sean más sanas para todos, tanto para el ambiente como para las personas y los animales que consumen esas producciones». La actividad incluyó la exhibición de bioinsumos desarrollados por los investigadores, entre ellos biofertilizantes, y contó también con disertaciones de expertos de México y Estados Unidos. Beily detalló a esta agencia que «la utilización de tecnologías que permitan transformar diferentes residuos que son un problema, porque generan contaminación en el ambiente, es sumamente importante». «Con la tecnología de Biogás, o sea, de digestión anaeróbica, cuando se utiliza, se puede producir gas metano, que es una fuente de energía que directamente se puede utilizar inyectando a la red para convertir en energía eléctrica o como reemplazo del gas, como combustible, y a la vez genera un líquido que es utilizado como biofertilizante, que es sustituto de la fertilización inorgánica, porque es un líquido muy rico en nitrógeno, en fósforo, en materia orgánica y macro y micronutrientes», detalló la experta. Al puntualizar sobre la cooperación entre el INTA y el BIOMA, dijo que «lo que desarrollamos en conjunto son diferentes posibilidades de uso de estos digeridos. Entonces tenemos mejoramiento en forma de sólidos, que funcionan como insumos para diferentes producciones; la fracción líquida se usa también como fertilizante líquido; por ejemplo, tenemos ensayos en conjunto en pasturas, hemos hecho ensayos en producción de frutilla, también para la producción de flores y de tomates. Esta cooperación nos ha servido también como forma de capacitación». Añadió que la parte argentina ha viajado a China para ampliar su capacitación en el Instituto de Biogás, y a la vez ha recibido investigadores chinos en el año 2023: «Hemos tenido intercambios continuos y trabajamos día a día, hacemos publicaciones científicas, nos apoyamos en los trabajos de investigación para las producciones agropecuarias», resumió. Fin

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