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(Multimedia) Especial: Cubanos demuestran habilidades en variante de arte marcial chino Wushu

Un alumno de la Escuela Cubana de Wushu y Qigong realiza una demostración de la variante Nanquan del arte marcial chino Wushu durante una competencia demostrativa, en La Habana, capital de Cuba, el 30 de agosto de 2025. (Xinhua/Joaquín Hernández)

LA HABANA, 30 ago (Xinhua) — Medio centenar de niños, adolescentes y jóvenes expusieron sus habilidades en la práctica de la variante Nanquan del arte marcial chino Wushu (Kung Fu), durante una competencia demostrativa hoy sábado en la sede de la Escuela Cubana de Wushu y Qigong, en la ciudad de La Habana.

En el patio de la escuela, en pleno corazón del Barrio Chino de la capital cubana, los competidores realizaron ejercicios obligatorios en parejas o de manera individual para mostrar el avance de los cubanos en la práctica de este milenario arte marcial chino.

Los más pequeños se llevaron los mayores aplausos, como sucedió en el caso de Fabián García, quien con apenas cinco años de edad y uno de práctica, demostró un adecuado dominio de la técnica.

«La práctica del deporte, junto a su hermano Flavio, lo ha hecho más disciplinado y perseverante», explicó a Xinhua la joven Mayliu Calixto, madre de los dos pequeños deportistas.

Calixto, ingeniera industrial y empleada en el Ministerio de Comunicaciones, destacó el valor del deporte en la formación del carácter de una persona, algo con lo que coincidió Any Rossy Tirado, madre del pequeño Anthony Pérez, de seis años.

«Anthony ha cambiado en todo, físicamente, mentalmente, en el estudio. Le ha puesto mucho empeño y es más organizado», explicó Tirado, quien en su niñez también fue alumna de la Escuela Cubana de Wushu y Qigong, aunque de adulta se convirtió en actriz teatral.

Todos los competidores pasaron bajo la mirada atenta de la subdirectora de la Escuela Cubana de Wushu, Meyling Wong, única cubana y una de las pocas mujeres latinoamericanas certificadas como árbitro internacional de este arte marcial.

El ardiente calor caribeño de la etapa estival no mermó el entusiasmo de los participantes, quienes trataron de ofrecer lo mejor al mostrar sus conocimientos del Nanquan.

Pero más allá de demostrar más o menos habilidades, así como del éxito o del fracaso, lo más importante es el mejoramiento personal de cada competidor en la vida diaria.

«Lo más grande que tiene un arte marcial, después de tantos años en él, nos damos cuenta de que es el camino de la vida ser un buen ciudadano, más en el momento que está viviendo la humanidad», dijo a Xinhua el director de la Escuela Cubana de Wushu y Qigong, Roberto Vargas Lee.

El maestro comentó que su misión en la vida ha sido formar buenos ciudadanos, no solo campeones, porque no todos van a ser grandes deportistas, pero sí todos tienen que ser buenas personas.

«Por eso vivo feliz de estar contribuyendo a la salud, a la formación, a la disciplina de nuestros alumnos», apuntó Vargas Lee.

Consideró, no obstante, que las competencias como estas son el inicio de un camino largo para cada competidor y un aporte a la batalla que enfrenta el Wushu para llegar a ser considerado como un deporte olímpico.

«Los cubanos no nos podemos quedar atrás, entonces estamos formando un grupo de niños del que saldrá el futuro talento del Wushu en el país», subrayó Vargas Lee con convicción.

La Escuela Cubana de Wushu y Qigong celebrará el octubre próximo su aniversario número 30 con el cumplimiento exitoso del objetivo de desarrollar las artes marciales chinas y la práctica de ejercicios terapéuticos, además de contribuir al mismo tiempo al rescate de la cultura y las tradiciones chinas.

Es el epicentro de un proyecto sociocultural, deportivo y de salud que agrupa a unos 8.000 practicantes en todo el país caribeño.

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